25/10/2010 - 24 usuarios online
Ante el próximo rodaje de la coproducción entre Colombia y México "La sargento Matacho", ya se han iniciado las pruebas de "casting" para encontrar a la joven que será principal protagonista de esta historia real sucedida a mediados del siglo pasado, que dirigirá a partir de agosto William González Zafra. Ya han sido confirmados dos grandes actores mexicanos, Damián Alcázar y María Rojo, y otro experimentado histrión local, Marlon Moreno ("Perro come perro").
El libreto ganó la convocatoria del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico FDC- en las modalidades de Desarrollo de Guión, un premio en Asesoría de Guión de la Embajada de Francia y el Canal Arte de ese país, y estímulos de Iberoamerican Film Crossing Borders Guadalajara.
La sargento Matacho cuenta la historia de Rosalba Velásquez, una mujer bandolera atrapada en el espiral de la violencia en Colombia, durante la segunda mitad del Siglo XX. En el año 1948 la violencia partidista azota el campo colombiano. En un paraje del Tolima, miembros de las fuerzas oficiales dan muerte a varios campesinos liberales, entre ellos al marido de Rosalba Velásquez. La joven presencia la masacre y cae en un proceso psíquico de despersonalización que la convierte en instrumento de venganza y muerte. Durante una década, sus acciones dejarán como saldo un sinnúmero de policías y civiles muertos y se convertirá en blanco de la persecución del ejército, la policía y las bandas paramilitares de la época. Inicialmente, Rosalba actúa por cuenta propia. Sin embargo, los jefes de bandas armadas ilegales, de filiación liberal y opuestas al gobierno conservador, tratan de neutralizar los excesos de Rosalba y la integran a sus filas. La joven se destaca por su arrojo y gana el respeto de sus compañeros. En adelante se la conocerá como La sargento Matacho. Aunque por su condición psíquica Matacho es incapaz de conectarse emocionalmente consigo misma o con los sentimientos de los demás, genera a su alrededor una suerte de atracción inevitable. Los distintos jefes de las bandas a las que se une la convierten en su compañera y ella, paradójicamente, engendra vidas en su vientre mientras siega la de sus enemigos. Muere a manos del ejército colombiano cuando está a punto de dar a luz un hijo de Desquite, un famoso bandolero de la época.
No quiero hacer de la sangre, las mutilaciones y los atropellos de toda clase, los protagonistas, pero no puedo prescindir de ellos porque entonces la Sargento Matacho no existiría. Rosalba Velásquez es un absurdo, el producto de una sociedad que por momentos pareciera no tener otra forma de relacionarse. Sin embargo, quiero que esta película se inscriba más que en la cultura de la violencia si es que tal cosa existe- en la estética de la violencia que sí que existe-. No me interesa plantear preguntas y menos ofrecer respuestas. Quiero que la historia de MATACHO produzca asombro y desconcierto y para ello es necesario contar una historia bien contada. Y si de esa manera el espectador se vincula a la reflexión general que requiere y vive el país en la actualidad sobre la valoración de la vida y de la muerte, sobre el futuro de la violencia, de la guerra y de la paz; sobre el odio, la venganza, el perdón, el olvido y el resarcimiento; sobre las salidas que se buscan más allá de posturas partidistas o ideológicas, estaremos aportando desde la cinematografía y el arte al proceso histórico latinoamericano y a la problemática de la mujer en los conflictos armados, escribió su director, William González, al referirse a la película.
La sargento Matacho además de los estímulos del FDC, ha sido ganador del Programa Ibermedia en la modalidad de Coproducción, un premio en Asesoría de Guión de la Embajada de Francia y el Canal Arte de ese país, y estímulos de Iberoamerican Film Crossing Borders Guadlajara, el Encuentro de Coproducción del Festival de Cine de Cartagena de Indias y participó en el Encuentro de Coproducción Guadalajara 2010. Es producida por Enic Producciones (Yo soy otro) y Alpha Acosta de México, cuenta con la coproducción de Hangar Films en Colombia y está esperando respuesta de una participación española en la misma. Dentro de su equipo cuenta con Silvia Amaya como jefe de casting quien será la encargada de elegir a la sargento Matacho y a los otros cuatro protagonistas; Francisco Cualón como jefe de casting secundario; Guillermo Peña dirección de arte; Eduardo Carvajal director de locaciones; Maritza Rincón jefe de producción; Karla González producción de campo; César Salazar sonido; Oscar Bernal cámara; y la cuota mexicana estará compuesta por Sigfrido Barjau montaje; el director de fotografía y el asistente de dirección aún por confirmar.
Para mayor información se puede contactar a la productora Alina Hleap en el correo electrónico alinahleap@hotmail.com.
Narrada literariamente en los años 60 por Alirio Vélez Machado, la historia de "La sargento Matacho" es todo un paradigma de la violencia que anida en Colombia desde hace demasiados años. Su nombre real era Rosalba Velásquez de Ruíz, y fue una guerrillera o bandolera cuya fama se forjó a partir de 1948, cuando la violencia partidista azotaba el campo colombiano. En un paraje del Tolima, miembros de las fuerzas oficiales dieron muerte a varios campesinos liberales, entre ellos al marido de Rosalba Velásquez. La joven presenció la masacre y cayó en un proceso psíquico de despersonalización que la convirtió en instrumento de venganza y muerte. Durante una década, sus acciones dejaron como saldo un sinnúmero de policías y civiles muertos y se convertió en blanco de la persecución del ejército, la policía y las bandas paramilitares de la época.
Inicialmente, Rosalba actuaba por cuenta propia. Sin embargo, los jefes de bandas armadas ilegales, de filiación liberal y opuestas al gobierno conservador, trataron de neutralizar los excesos de Rosalba y de integrarla en sus filas. La joven se destacó por su arrojo y se ganó el respeto de sus compañeros. Aunque por su condición psíquica "La sargento Matacho" (como la apodaron) era incapaz de conectarse emocionalmente consigo misma o con los sentimientos de los demás, generó a su alrededor una suerte de atracción inevitable. Los distintos jefes de las bandas a las que se unió fueron sus amantes y ella, paradójicamente, engendraba vidas en su vientre mientras segaba las de sus enemigos. Murió a manos del ejército colombiano cuando estaba a punto de dar a luz un hijo de "Desquite", otro famoso bandolero de la época.
"No quiero -ha dicho William González- hacer de la sangre, las mutilaciones y los atropellos de toda clase, los protagonistas de mi película, pero no puedo prescindir de ellos porque entonces la "Sargento Matacho" no existiría. Rosalba Velásquez es un absurdo, el producto de una sociedad que por momentos pareciera no tener otra forma de relacionarse. Sin embargo, quiero que esta película se inscriba más que en la cultura de la violencia si es que tal cosa existe- en la estética de la violencia que sí que existe-. No me interesa plantear preguntas y menos ofrecer respuestas. Quiero que la historia de "Matacho" produzca asombro y desconcierto y para ello es necesario contar una historia bien contada".
Para el cineasta colombiano, que filmará en Cali y alrededores, se trata de provocar la reflexión del espectador sobre la absurdidad de la violencia: "Estaremos aportando algo desde la cinematografía y el arte al proceso histórico latinoamericano y a la problemática de la mujer en los conflictos armados, añadía el cineasta.
Aparte de la actriz que será el personaje central del film, otros cuatro personajes importantes más serán elegidos en el "casting" que ya ha comenzado en Cali.
© abc guionistas
24/05/2010 22:23:22