25/10/2010 - 23 usuarios online


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Roberto Santiago escribe sobre "El club de los suicidas"

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Por Roberto Santiago (*)

Estamos ante una comedia negra. También ante una película divertida y con momentos ácidos y corrosivos. Pero, por encima de cualquier otra cosa, estamos ante una película de emociones y de personajes. Y, por tanto, ante una película de actores. Fernando Tejero, Lucía Jiménez, Luis Callejo, Juanma Cifuentes, Cristina Alcázar, Clara Lago y el resto de los actores y actrices del film son el alma de la película. Y gracias a ellos conseguimos acercarnos al verdadero tema de la historia: ¿Por qué merece la pena levantarte cada mañana y seguir adelante? O, como dirían los Monty Python, auténticos maestros de la comedia negra: ¿Quiénes somos, adónde vamos, de dónde venimos?

Dicen que cada treinta segundos alguien se suicida en alguna parte del mundo. Por suerte, cada treinta segundos también hay alguien que se ríe, que se enamora, que salta de alegría, o que simplemente se siente agradecido por seguir viviendo. Acerca de eso habla este guión: un puñado de seres humanos que están al borde del abismo. Que se preguntan qué hacer con sus vidas. Y que sin embargo a lo largo de la historia encuentran algo a lo que agarrarse para seguir adelante.

Visualmente, la película tiene una apuesta muy clara tanto desde el punto de vista fotográfico como artístico: crear un entorno urbano, reconocible y muy próximo. Madrid, hoy. El corazón de esta historia está en los barrios del centro de la ciudad, lugares que todos conocemos y que nos resultan familiares. Todo rodado con una cámara y una iluminación muy naturalistas que se han puesto siempre al servicio de los actores y de lo que se está contando. Desde el storyboard plano a plano de toda la película hasta el montaje final, la cámara ha sido un testigo invisible, un retrato cómplice de los personajes que habitan el film.

"El club de los suicidas" es por encima de cualquier otra cosa una comedia optimista y esperanzadora. También es una película que intenta tender algunos puentes, que quiere ser un relato conciliador y que plantea algunas cuestiones sencillas pero importantes acerca de la vida y la muerte, acerca del amor, y acerca de lo que puede llegar a hacer alguien a quien se le rompe el corazón de la noche a la mañana. Pero también, y esto es esencial, es una película que busca que la gente se ría y que pase un rato divertido. Y es que ya se sabe que el humor es una cosa muy seria.

(*) Tras la exitosa "El penalti más largo del mundo" (2005), Roberto Santiago regresa a las pantallas españolas el próximo viernes con la comedia negra "El club de los suicidas", que ha coescrito con Juan Vicente Pozuelo y Curro Royo. La historia se centra en un grupo de hombres y mujeres que se conocen en una terapia de la seguridad social para suicidas. Todos han intentado acabar con sus vidas, pero ninguno ha tenido suerte. Sus vidas cambian cuando descubren la novela "El club de los suicidas", de Robert Louis Stevenson, y deciden imitar a los héroes del relato original, creando ellos su propio club secreto. En lugar de el Londres del siglo XIX, la acción se desarrolla en el Madrid de 2006, y en lugar de reunirse en una mansión entre la niebla, lo hacen en un destartalado almacén chino de “todo a cien”. El objetivo del club es muy sencillo: matarse los unos a los otros. Para ello juegan a las cartas, y el que gana debe morir, siendo el que pierde quien debe matarle en el plazo de siete días. Entonces será cuando descubran que matarse a uno mismo es muy complicado, pero matar a otra persona es aún más difícil.

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21/08/2007 17:58:34