07/06/2014


Noticias de guion

Enamorar a los demás a través de los personajes

El mes de febrero, acordado por la minoría invisible que sea el mes del amor, puede ser un buen momento, tanto como cualquier otro, para que los autores reflexionemos sobre la capacidad de amar y ser amado. El acertado repaso que Erich Fromm da al enamoramiento en las primeras páginas de "El arte de amar", que valen por si mismas tanto como el resto del libro, debe ser solo un aperitivo para los profesionales de la escritura. El alcance lo tenemos que extender a muchos más poros.

Si en la vida, el no ser capaces de enamorar y enamorarnos, nos desprovee de su cafeína y nos deja recluidos en el insípido mundo "light", seguro pero sin salsa, en la escritura, es mucho peor que eso. Si no somos capaces de enamorar con nuestros personajes, podríamos ser justamente acusados de intento de homicidio a través del tedio. Muerte, lenta y dolorosa.

Por otra parte, en nuestra lista de deseos, el enamoramiento ya no puede ser cosa de dos. Aspiramos a que miles de personas queden lo suficientemente cautivadas por nuestros personajes como para desear respirarles día a día o semana a semana, si hablamos de una serie, o durante cada uno de los minutos que dure nuestra película, si se trata de una obra sin "continuará".

Que los personajes son el factor principal a través del cual una obra audiovisual de ficción (y de no ficción) conecta con el público es incuestionable. El hecho se basa en reacciones psicológicas primarias del ser humano. Si sentimos afinidad o atracción hacia algo o alguien, conectamos. Si no, no. Podemos tener una situación que levante los "ohhh" más exclamativos, pero basta sumergir en ella a un personaje insulso, estereotipado, inverosímil, y la magia se evaporará como el agua clara en las brasas de una barbacoa.

No cabe duda de que podemos estar entregados durante horas a la seducción que ejerce una personalidad que nos fascina; es difícil, por el contrario, que una bella puesta de sol nos sumerja en unas delicias contemplativas superiores a los 90 minutos, por mucho que nos embelese. Se entiende el hipnotismo que ejerce el mirar al cielo estrellado, a la llama de una chimenea o al romper de las olas en la vida real... pero ¿90 minutos en estado contemplativo? Difícil. Demasiadas ondas beta. Si, además, filtramos la realidad a través del celuloide, sucede un efecto paradójico: los 90 minutos contemplativos de una bella fotografía, se convierten en una eternidad difícil de soportar. En cambio, la seducción de un personaje, encapsulada y concentrada en el tiempo diegético, si bien agitada para crear un acertado cóctel de emociones, nos dejará con ganas de más. Ese es el secreto, aunque de secreto no tiene nada, de las grandes series.

De lo anterior se deduce que poder disponer de esa bella fotografía va a ser un elemento magnífico, si podemos contar con ella. Pero el tener un personaje que fascine, traspasa la barrera de la conveniencia y se torna crucial. Si no somos capaces de enamorar a través de nuestros personajes, pereceremos estrepitosamente como autores.

Pero ¿cómo seducir más allá de crear trucos fugaces, como el de mostrar el corazón de nuestro personaje haciéndole salvar a un gato en la página X a fin de crear un vínculo empático con el espectador? No es que la psicología básica no funcione, pero ¿cuál es el calado que queremos dar a nuestros personajes?   ¿Nos contentamos con darles un barniz, o preferimos bucear hasta el meollo de la cuestión? ¿Estamos dispuestos a dotarles de humanidad encarnada y sustituir la sonrisa impostada de vendedor de coches usados por la profundidad y empatía que provoca la autenticidad?

A quien no tenga remilgos ni falso respeto al trabajo con la materia de la que se compone el ser humano y se apunte a la aventura,  le surgirá la pregunta ¿cómo creamos personajes auténticos?

Sería faltar a la verdad afirmar que existe un único método, pero todos los que son útiles coinciden en una mirada directa, una observación al campo de las motivaciones y a la comprensión de los impulsos.

El mundo del guion tiene una facilidad extrema para absorber sistemas pragmáticos, y el campo de la construcción de personajes no es una excepción. No hace falta perderse en densos tratados de psicología, y mucho menos en la diversidad de sus teorías, contradictorias unas con otras. Basta con seguir un sistema práctico que sea útil a nuestros fines.

En las I Jornadas Profesionales de Escritura para Series de Televisión, celebradas el pasado mes de diciembre, contamos con Victoria Dal Vera para extender su potente capítulo sobre personajes en el libro "El guion para series de televisión" (Instituto RTVE). En las jornadas, su ponencia, de dos horas de duración, dio a probar un maná que 70 autores cataron. Se quedaron con ansias de más. Es por eso que en un mes como este, decidimos invitarla a profundizar en el tema y proporcionar una formación especializada de 12 horas, para profundizar en las herramientas para construir personajes de carne y hueso. Consecuentemente, el día 15 y 16 de febrero se celebrará, en Madrid, el primer Seminario intensivo sobre construcción de personajes, donde se explicarán herramientas como el Eneagrama y sus 9 eneatipos, así como la Emotional Tool Box, dos sistemas ampliamente usados por los profesionales de muchas partes del mundo, porque funcionan.

En este mismo mes abordaremos otro de los aspectos esenciales para la credibilidad de un personaje: los diálogos. Porque unos diálogos inverosímiles, arruinan cualquier buen trabajo que se haya podido hacer en cualquier esfera del guion. De nada sirve lo demás, si nos lanzamos al precipicio por fallar al dialogar. Por esa razón, en este 15 aniversario del sistema "Los diálogos en el Guion", nacido en 1999 en el festival de Cine de Ourense, realizaremos una amplia campaña de difusión de la técnica y arte de dialogar, empezando con una conferencia online gratuita que se celebrará el día 3 de febrero. Seguirán otras iniciativas que complementarán este potente detonante.

El mes de febrero será un mes dedicado a los personajes y a los diálogos. Todos los integrantes del equipo de Abcguionistas esperamos que sea un mes especial para ti ti, y que, estés donde estés en esta trayectoria irregular pero apasionante  del mundo del guion, te inspiremos a seguir escribiendo más y mejores personajes, más y mejores diálogos, más y mejores historias.

¡Feliz escritura!

Valentín Fernández-Tubau

03/02/2014 09:58:06