19/11/2010 - 21 usuarios online
La historia real de un congresista mujeriego y bebedor que propició la ayuda a los guerrilleros integristas musulmanes afganos que acabaron venciendo a las tropas de ocupación soviéticas está narrada en "La guerra de Charlie Wilson", un film escrito por Aaron Sorkin a partir de un best-seller de George Crile, que ahora llega a las pantallas españolas.
Las increíbles hazañas de Wilson se dieron a conocer por primera vez en 1988 en un perfil biográfico del programa 60 Minutes, producido por el periodista George Crile, que siguió interesándose por el personaje y acabó publicando un superventas acerca de las operaciones clandestinas de Wilson. Parecía una novela, pero eran hechos reales. George Crile cuenta en el libro: Estábamos en enero del año 1989 y el Ejército Rojo se preparaba para retirar sus hombres de Afganistán. Charlie Wilson me invitó a acompañarle en un viaje por Oriente Próximo. Hacía unos meses, había producido un perfil sobre Wilson para 60 Minutes y no tenía intención de escarbar más en el papel que había jugado en la guerra de Afganistán. Pero no dudé en aceptar la invitación. Empezamos por Kuwait, luego fuimos al Iraq de Sadam Hussein y, a continuación, a Arabia Saudí. La gira nos llevó a los tres países que pronto interpretarían los papeles principales en la Guerra del Golfo. Para mí, este viaje fue el principio de una odisea que duraría diez años.
La alucinante historia de intrigas internacionales protagonizada por Wilson, llena de personajes coloristas con sueños de gloria, cautivó al veterano reportero. Pero documentarse sobre los fundamentalistas islámicos, los traficantes de armas israelíes y los agentes que trabajaban con dos tejanos y un agente de la CIA fue un tremendo reto. Susan Lyne, la esposa de George Crile, dice: Nadie sabía toda la historia. Charlie conocía su parte; Gust la suya y Joanne, la suya. George habló con Charlie y Gust muchas veces durante varios años. Empezaron a confiar en él y revelaron un poco más en cada entrevista. Pero quedaba unir todas las piezas del rompecabezas y encontrar un hilo conductor que guiara al lector.
No sólo era una tarea descomunal conseguir el material, sino descifrarlo, sobre todo porque George Crile nunca dejó su trabajo habitual. Parece ridículo que le llevara tanto tiempo (pasaron 13 años desde ese primer viaje hasta la publicación del libro), pero debía desentrañar tratos secretos entre países que ni siquiera se reconocían, operaciones clandestinas de la CIA y el tejemaneje de los comités del Congreso, recuerda Susan Lyne.
Barbara, la hermana de Susan, se convirtió en la animadora y el aguijón del escritor, apoyándole, releyendo, corrigiendo y animándole a acabar el libro. Le ayudó tanto que George Crile le dedicó la novela.
Se sintió cautivado por el hecho de que fuera una historia tan americana, con personajes imperfectos que, más allá de una aparente tosquedad, de las copas y de las mujeres, tenían sueños de gloria, dice Barbara Lyne. La situación de los muyahidines afganos les conmovió; estaban convencidos de poder cambiar el mundo. Mucha gente sueña con la gloria, pero de vez en cuando tres o cuatro personas convergen y consiguen algo grande. A George le encantan las historias de redención, y está le llegó al corazón porque los héroes son tan inesperados. Le gustaba esa frase que le decían los afganos: Los caminos de Alá son misteriosos. Los estadounidenses que se metieron en esto no tenían nada que ver con lo que pasaba, pero se arriesgaron y dieron en el blanco.
Cuando se publicó la novela en 2003, no tardó en convertirse en un superventas y en atraer la atención de Hollywood. El productor Gary Goetzman se enteró de la historia a través de un amigo en Washington. Un congresista amigo mío me dijo que Charlie Wilson era un personaje fascinante, recuerda el productor. También me dijo que George Crile había escrito una novela acerca de él.
Gary Goetzman y su socio de producción Tom Hanks leyeron Charlie Wilsons War y quedaron fascinados. Era una gran historia política, muy divertida y absolutamente única, dice Gary Goetzman. Charlie estaba muy impresionado por lo que eran capaces de hacer los muyahidines para echar a la Unión Soviética de su país y decidió ayudarlos.
Nos hicimos con los derechos nada más leer el libro, añade Tom Hanks. Como a cualquier estadounidense, me había parecido fantástico que un grupo de afganos tan variopinto consiguiera derrotar al ejército ruso; eran unos auténticos patriotas. No tenía ni idea de que el gobierno de Estados Unidos y de otros países les financiaban y daban armas.
Una vez adquiridos los derechos, la tarea de convertir la novela en un guion recayó en Aaron Sorkin, premiado por los Emmy y conocido por sus historias políticas llenas de personajes inteligentes, diálogos ingeniosos y tramas poderosas. Desde Algunos hombres buenos (la obra y la película) pasando por El presidente y Miss Wade hasta la elogiada serie El ala oeste de la Casa Blanca, el guionista ha sabido plasmar en el papel los escalafones del poder estadounidense.
Leí una crítica del libro y me lo compré, recuerda Aaron Sorkin. Había empezado a leerlo cuando me enteré de que Playtone había comprado los derechos. Le pedí a mi agente que me consiguiera una cita con Gary Goetzman para convencerle de que era el guionista idóneo para adaptarlo. Y añade: Gary, dejando la prudencia y el buen juicio a un lado, me contrató.
Aaron Sorkin se enfrentó al reto que suponía transformar un libro muy complicado en un guion. Para encontrar el tono justo, el guionista se documentó durante meses. Tardé casi ocho meses en terminar la primera versión, recuerda. En realidad el libro es una serie de entrevistas muy detalladas, algo que tiene muy poco que ver con una película. Los guiones suelen tener tres actos, pero después de estrujarme los sesos, se me ocurrió una estructura de cinco actos.
Sorkin habló varias veces con George Crile durante el proceso. El guionista también visitó a Charlie Wilson en numerosas ocasiones y el político acabó convirtiéndose en un colaborador habitual durante la preproducción y el rodaje. Wilson, un perfecto caballero, puso su inteligencia, perverso sentido del humor y conocimientos históricos al servicio de la película.
El congresista dice: Cualquiera que lee un guion sobre uno mismo siente que se han dejado muchas cosas, pero es necesario entender que en una película no caben todas las escenas de un libro y menos de una vida. Acepté la idea muy al principio.
Gary Goetzman añade: Desde la primera vez que hablé con Charlie por teléfono, me pareció el hombre más divertido y sincero con el que había hablado acerca de hacer una película. Nunca nos defraudó, siempre estuvo allí y se implicó más en el proceso de lo que en principio debía hacerlo.
Hablando del guion, Tom Hanks dice: "La guerra de Charlie Wilson" podría ser un documental fascinante. Pero como película de entretenimiento con aspectos históricos hace falta perspectiva. Para ello, contamos con la opinión del equipo creativo al completo, pero todo empezó con el guion de Aaron, que incorpora la sensibilidad del libro de George.
© abc guionistas
19/02/2008 17:02:09