03/12/2020
El que ordena el caos, el único que se enfrenta al vacío, el que no tiene cara y a veces ni voz. Son algunas definiciones sobre el oficio de guionista que dan ellos mismos en "Writing Heads", un documental que se presentó en la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci).
"En el Hollywood clásico de los años 40 se alzó la figura de los actores, el 'star system', y en los 50 y 60, la 'Nouvelle Vague' reivindicó al director, pero la figura del guionista nunca ha sido reivindicada", explica a Efe Alfonso S. Suárez, director del documental.
A lo largo de dos horas, una veintena de libretistas de cine y televisión aportan sus testimonios, sobre sus procesos creativos, referentes o anécdotas, que se intercalan con extractos de películas en los que "el guionista es un personaje más", como "En un lugar solitario", "Encuentro en París" o "El crepúsculo de los dioses".
Algunos de los protagonistas son también directores, como Agustín Díaz Yanes, Jaime Chávarri o Daniel Sánchez Arévalo; otros, simplemente escritores, como Ignacio del Moral ("Tadeo Jones", "Los lunes al sol") o Carlos López ("La niña de tus ojos", "Los años bárbaros").
Así, podemos ver al director de "Alatriste" hablando de las dificultades de trabajar en casa: "Estás escribiendo, y todo el mundo piensa que no estás haciendo nada. Entonces te dicen, 'oye, ¿por qué no bajas a por leche?'".
David Muñoz ("El espinazo del diablo", "El comisario") confiesa que una vez se enteró de que no usaban su libreto cuando visitó el set de rodaje, mientras que Ignacio del Moral resume: "Es como enviar a una hija a casarse con un señor feudal que no sabes muy bien lo que le va a hacer".
Aún así, el autor de "Writing Heads", que también es guionista, productor y miembro de la junta directiva del sindicato de guionistas ALMA, insiste en que ese tipo de desencuentros no son tan habituales en el cine español.
"El director suele estar en el equipo de guion y habla con el guionista. No es como en Estados Unidos, donde cada uno hace lo suyo, lo que por otro lado es una forma de que la industria sea más fuerte", reconoce.
Suárez, que en 2008 estrenó en la Seminci otro documental, "Voces en imágenes", en el que desvelaba los rostros de los actores de doblaje, admite su interés en "poner cara a oficios que son fundamentales en el cine y la televisión, pero que la gente no reconoce".
Y reivindica y defiende a aquellos guionistas que no quieren dar el salto a la dirección.
"John Ford o Hitchcock no firmaban sus guiones, y en cambio nadie puede negar que son grandes autores. Igualmente, al revés, hay grandes guionistas que nunca han dirigido una película, como Rafael Azcona, uno de los grandes del cine español, o Carlos Blanco, para mí el mejor guionista que ha habido en España", señala.
También en Estados Unidos se ha dado este caso, subraya, y cita el ejemplo de I.A.L. Diamond o Charles Bracket, que trabajaron con Billy Wilder.
"Podría decirse que el guionista es el auténtico autor de la película -aventura Suárez-, porque es el que empieza de la nada. Todos los demás del equipo trabajan en base a lo que ha hecho él, lo más difícil".
Tampoco es que "estemos en este trabajo para ser reconocidos, ni queremos demasiada popularidad, pero no está mal que de vez en cuando se pongan las cosas en su sitio", señala.
Entre otras cosas serviría para lograr una mejor remuneración. "Está mal pagado", apunta Suárez y recuerda que desde el sindicato llevan años pidiendo para el gremio el 5 % de los ingresos de una película, lo que hoy en día es "una quimera".
EFE / Noticine
23/10/2013 21:06:57
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