21/10/2020
Fue una de las estrellas más rutilantes del Hollywood dorado, y el próximo día 22 recibirá un premio más de los muchos que atesora (tres candidaturas al Oscar y uno honorario, dos Globos de Oro...), pero esta vez no por su trabajo, que abandonó hace cuatro años, sino por su espíritu humanitario, el galardón del USC Shoah Foundation Institute. En una entrevista que esta semana publica Hollywwod Reporter, Kirk Douglas, próximo a cumplir 92 años, da admirables muestras de tolerancia y clarividencia... La sabiduría que da la edad.
Los historiadores cinematográficos sitúan a principios de los 60 el final de la era de oscurantismo creada por el senador McCarthy y su caza de brujas en Hollywood durante la Guerra Fría, y consideran que "Espartaco" marca un antes y un después. Douglas fue no sólo el protagonista de esta cinta que dirigió Stanley Kubrick, sino también su productor, y él rescató del olvido al más señalado entre los "Hollywood 10", la lista negra de escritores boicoteados por los estudios, Dalton Trumbo.
"McCarthy -explica el nonagenario Douglas, quien hace 12 años sufrió un ataque que le dificulta el habla- era un tipo horrible que se dedicaba a perseguir comunistas por todo el país. El creó una lista negra de escritores que no quisieron admitir su caza de brujas, y los estudios fueron unos hipócritas que aceptaron sumarse a su boicot".
"Mi productora encargó a Dalton Trumbo, un miembro de esa lista negra, el guion de "Espartaco", cuando él solía usar el pseudónimo de Sam Jackson para poder seguir trabajando. Era algo bastante común en aquella época. A mi no me parecía justo ocultar su crédito sobre el texto. Era joven e impulsivo, y a pesar de que me lo desaconsejaron, decidí poner en la película su nombre real", añade el padre de Michael Douglas.
Recuerda el protagonista de "Los vikingos" y "Senderos de gloria" que Universal Studios se opuso inicialmente a la reivindicación de Trumbo, pero la empresa estaba implicada en aquella época en una etapa de cambio de propiedad, "un momento de debilidad que yo supe aprovechar negándome a seguir sus directrices... y al final no pasó nada".
En la época de la caza de brujas, un cineasta de anteriores ideas progresistas fue decisivo en la colaboración con el tristemente famoso "Comité de actividades antiamericanas", Elia Kazan, quien aceptó delatar a otros simpatizantes comunistas. Kirk Douglas trabajó a sus órdenes en uno de sus títulos más conocidos, "El compromiso" (1969), y el periodista de HR Paul Bond le pregunta por su opinión respecto del homenaje que la Academia le dedicó hace 9 años, un Oscar honorario que actores como Ed Harris, Nick Nolte y otros se negaron a aplaudir en la sala.
"Kazan era un tipo con mucho talento, pero también un soplón. En Estados Unidos en aquella época no había ningún peligro comunista, sino que el peligro para nuestra libertad era el senador McCarthy. Somos un país libre porque la gente puede decir lo que piensa. No creo que los comunistas o los que tenían ideas radicales representaran un peligro como Kazan llegó a decir para justificar su delación", comenta Douglas.
Sin embargo, matiza: "Yo no estaba en los Oscars cuando le dieron el premio honorario, y algunos de los actores que no se levantaron a aplaudir a Kazan están entre los que más admiro, pero creo que yo sí hubiese aplaudido, porque no estábamos honrándole por sus ideas o su activismo político, sino por su trabajo como director".
El veteranísimo actor explica en la entrevista con Hollywood Reporter por qué apoya la campaña para que la Administración norteamericana pida perdón por la esclavitud como la Iglesia hizo respecto de la inquisición. "La realidad es que no somos ahora mismo un país demasiado popular en el resto del mundo. Fuera piensan que somos arrogantes. Yo sostengo que un país poderoso como el nuestro debería ser capaz de ser humilde. La mejor manera de hacerlo sería a través de una disculpa formal por la esclavitud", afirma.
Finalmente, se le pregunta por una comparación entre el Hollywood de hoy y el que Douglas conoció en los 50 y 60. "La verdad es que tengo prejuicios al respecto. Creo que antes las películas eran mejores porque profundizaban más en los personajes. Ahora todo se resuelve con efectos especiales. Para mí la clave está en hablar de la gente... pero, mire, este es un país libre...", sostiene el actor, que dice encontrarse bien de salud: "Mi mujer me dice que para un hombre que no puede hablar, hablo demasiado".
© abc guionistas
09/10/2008 21:03:25
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