20/05/2016
Esta semana se realizó en Chile el IV Seminario Internacional de Guion y Producción Creativa, que organiza el Centro de Estudios de la Universidad Uniacc. Entre los 16 países que participaron con sus mejores ideas para hacer cine, también llegaron luminarias del guion y la producción, como el mexicano José Ramón Mikelajáuregui, mano derecha de Arturo Ripstein; su compatriota la documentalista Martha Orozco; el productor argentino Luis Sartor y un gringo quitado de bulla llamado Paul Chitlik, que ha sido guionista y productor de productos tan inclasificables como exitosos, informa La Nación.
Lo encontramos en reuniones maratónicas revisando películas en progreso y el trabajo de jóvenes cineastas que vendían su trabajo como si fueran el Pato Lucas ofreciendo seguros de vida. En una breve arrancada, Chitlik desclasificó algunos de sus grandes hits como creador de series como “La pequeña maravilla”, esa de la niña robot entre humanos, que transmitía Canal 13 los sábados en la mañana, después de Teleduc, y que hablaba en lenguaje binario; “Quién manda a quién” con Tony Danza como un empleado doméstico de buena autoestima o su paso por el germen de los realities con las primeras series de policías en acción en EEUU.
También fue jefe de guionistas de la reedición noventera de “La dimensión desconocida”. Pero ahí en su ambiente natural de lo sobrenatural, reconoce que la pega era más fácil porque se trataba simplemente de enfrentar a una persona normal a una situación anormal, explica. Y esa es precisamente la fórmula de su mayor éxito hasta ahora. “The McPherson tapes” fue una película de bajo presupuesto que escribió a fines de los ’90 y que narraba en formato de reality la desaparición de una familia completa a manos de extraterrestres. “Pero ahora lo que más me interesa a la hora de escribir son los conflictos diarios y los enfrentamientos y desafíos diarios”, dice Chitlik.
"Trabajar en una sitcom ofrece varias alternativas, pero la principal es que debes hacer a todo mundo reir. Puedes presentar algunas ideas de la vida normal, pero por debajo tirar temas ocultos y que la gente no se de cuenta de que estas hablando a su subconsciente”, dice sueltamente respecto a incluir temáticas gay en plenos años 80 en la serie “Hermanos”, donde uno de sus protagonistas descubría en el altar el día de su boda por qué no resultaban sus relaciones: era gay.
Hoy viaja por el mundo dictando talleres de guion precedido de su fama pop y a Chile ha venido varias veces a revisar guiones para los fondos que entrega Corfo. Al respecto tiene una opinión bastante tajante del trabajo creativo local: “Los guiones chilenos tienen personajes muy interesantes, lo que pasa es que las historias no tienen mucha estructura, son un poco vagas y necesitan más estructura para ser buenas”.
© La Nación (Chile) - abc guionistas
24/10/2009 11:35:02
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