21/04/2021
De sobras es conocida, cuando menos de nombre, la Poética. Posiblemente el texto más citado y menos leído de cuantos se dicen fundamentales en la escritura dramática. A unos cuantos gurús de guion se les llena demasiado la boca cuando balbucean el nombre del genio griego y dejan caer el título de su tratado, como si fuera el de un abracadabra reservado a altos iniciados. O, peor aún, cómo si se lo hubieran leído, sin haberlo hecho.
Con ganas de sorprender al novel fascinado, casi todos comentan que se perdió parte de la obra. Algunos menos explican que la Poética es una de las llamadas obras «acromáticas», también llamadas «esotéricas», no porque se refieran al ocultismo sino porque formaban parte de cuadernos de notas del maestro para sí mismo, ideadas para ser escuchadas por los alumnos, no leídas.
Sin embargo, la Poética, muchos siglos después de su nacimiento, formó uno de los pilares de la dramaturgia y literatura que se enseñaba en las mejores universidades de la costa Este de Estados Unidos. Sucedía en la primera mitad del siglo XX, por lo que muchos de sus graduados fueron reclutados por Hollywood cuando llegó el sonoro. El resto es historia… aunque algo desfigurada. Porque la Poética estaba en el tuétano de las historias de los dramaturgos y literatos convertidos ya en guionistas, mucho antes de que, décadas después, algún gurú analizara todo esto, se diera cuenta de la conexión y lo trajera a la palestra como si hubiera descubierto América.
En cambio, de lo que nadie habló, es de la otra perspectiva aristotélica. La oculta. La menos evidente. La realmente «esotérica» en su doble sentido. La que está presente en todas las obras que amamos, aunque nadie hable de ella.
Me refiero a esa otra obra de Aristóteles pensada para ser escuchada: la Retórica o Ars Rhetorica, formada por tres libros, uno de los cuáles tiene doble importancia en el campo del guion.
Se trata del segundo libro, el que aborda en detalle las tres formas de persuasión: la basada en en el razonamiento y los argumentos (logos), la que se fundamenta en las emociones y en la psicología de los oyentes (pathos) y la que se erige sobre la credibilidad del sujeto (ethos).
Sin los aspavientos de los gurús, hace años que inyecté las esencias del libro segundo de la Retórica a mis enseñanzas de guion y de ellas se han beneficiado centenares de alumnos en un doble sentido:
en la construcción, desarrollo de obras (y en su análisis)
en las acciones de venta y presentación de proyectos (pitching y dosieres)
Es fácilmente comprensible el porqué el buen uso de la persuasión aristotélica puede inclinar la balanza en una presentación o incluso en una negociación, pero ¿qué tiene que ver con una historia?
La respuesta la hallamos en un hecho simple: la persuasión aristotélica no es lo que el ignorante de sus principios, sin haber leído una sola frase sobre la misma, incapaz de profundizar en Aristóteles, cree que es. Por lo tanto, no se trata de un tratado de simple sugestión, hipnosis, manipulación, como pretenden algunos de los que hablan sin entender siquiera el significado de sus propias palabras. Todo lo contrario.
La persuasión aristotélica requiere autenticidad y se basa en la búsqueda de un cambio en la audiencia ya sea de conductas o de pensamiento, a través de una experiencia que les proporcionamos. Eso es lo que significa la persuasión.
¿Quieres saber cómo aplica al Guion?
Analicemos sus componentes…
LOGOS
Logos se refiere al mundo de la lógica y el razonamiento. Es todo aquello que refuerza tu mensaje desde la óptica de la razón.
En Guion tiene que ver con la coherencia de la trama, de la historia, de las acciones y reacciones de los personajes, del universo que planteas, de los idiolectos usados en los diálogos…
En presentaciones de proyectos, el logos se amplía a los datos proporcionados, referencias, hechos y datos demostrables citados.
Si el logos falla en cualquier arista, falla todo. Deshace la experiencia. Es como si al mago se le viera su truco. El castillo se convierte en arena y se desvanece, provocando distanciamiento o ruptura por parte del público o interlocutor.
En consecuencia: el logos es un requisito indispensable si queremos que nuestras historias y la presentación de nuestros proyectos tengan posibilidades de aceptación.
PATHOS
El Pathos se refiere a la capacidad para generar emociones en la audiencia, a través de la acción y las palabras.
En Guion tiene que ver con la conexión emocional que se establece con la audiencia, con la inmersión subjetiva que se logra, con la fascinación, el enamoramiento o el odio que logramos desatar, con toda la gama de emociones que se consigue hacer vivir al lector o espectador a través del texto y de las acciones dramáticas.
En presentaciones de proyectos, el pathos tiene que ver con la emoción que provocamos en el oyente o lector, con el deseo de formar parte del proyecto que le despertamos. Y no solo eso: aquí claramente podemos hablar de crear un anhelo de que nadie más posea lo que estamos compartiendo. «No solo lo quiero para mí; no quiero que lo tengan los demás», principio de venta bajo el que se adquieren miles de proyectos al año.
Si el pathos falla, la obra, o la presentación (según se trate), está fría. Dejará indiferente, por mucha coherencia que tenga el logos, sin importar lo brillante que este sea.
Para que el pathos logre su efecto el mensaje debe ser auténtico, no impostado. La autenticidad y la vulnerabilidad abren las puertas del pathos; la solemnidad y las torres de marfil las cierran. La falsedad o la manipulación para conseguirlo directamente lo destruye.
ETHOS
El Ethos se refiere a la credibilidad del sujeto.
En guion la credibilidad la transferimos al protagonista como tal. ¿Nos llena? ¿Es creíble? Por extensión, a la actriz o actor que lo representa. Si falla el ethos de uno u otro, cae todo.
En presentación de proyectos va asociado a la credibilidad como autor. ¿Por qué deberían apostar por ti y por tu proyecto? ¿Eres fiable? ¿Qué has hecho anteriormente? ¿Qué referencias tienes?
Si no se logra el suficiente nivel de ethos, no importa la solidez de tu historia dramática, es difícil que se le dé luz verde.
En el caso de una presentación de proyecto, es importante la trayectoria, la reputación como autor. En el caso de que no sea extensa se deben usar métodos alternativos para suplir esa carencia.
LA TRENZA DEL LOGOS, PATHOS Y ETHOS
Hasta ahora te he resaltado las características principales de estos tres elementos y su manera de afectar en las historias y en las presentaciones, por separado.
Sin embargo, la aplicación efectiva de estos componentes debe estar pensada para operar de forma trenzada, generando sinergia.
Por ejemplo, si en una presentación, para cumplir con el ethos, exponemos nuestra rica trayectoria audiovisual de forma demasiado solemne, posiblemente caigamos en un déficit de pathos, creando un efecto boomerang. La emoción positiva que buscamos en el interlocutor, podría tornarse en negativa al considerarnos «arrogantes» o «pretenciosos». Nosotros, al recibir la negativa, ni siquiera sabremos qué ha sucedido.
Pero la reacción del interlocutor no es un antojo. Obedece a leyes psicológicas claras y el único responsable de provocarlas es el autor proponente que desconoce como operan el logos, pathos y ethos o cómo trenzarlos correctamente. No hacerlo, es como darle cerillas al niño. Y el fuego hace arder los bosques de papel.
RESUMEN:
Tus obras deberían ser excelentes en LOGOS, PATHOS Y ETHOS.
Tus presentaciones de proyectos (verbales o escritas) deberían ser excelentes en LOGOS, PATHOS Y ETHOS.
Para ello debes saber cómo usar cada uno de los componentes y cómo trenzarlos.
Si lo haces, el impacto y los resultados resultarán evidentes.
Esta es la única razón por la que en nuestro Taller profesional de Creación de Propuestas de Series de Ficción, trabajamos con el LOGOS, PATHOS y ETHOS, tanto en la construcción dramática como en la presentación de la propuesta. Y enseñamos a cómo trenzarlo correctamente.
Recuerda que no todo Aristóteles se reduce a la Poética y que el adecuado uso de la persuasión aristotélica derivado de la Retórica marca una diferencia tanto en la creación como en la presentación de proyectos.
Valentín Fernández-Tubau
Cofundador y director de Abcguionistas y Ars-Media
Para postularte como candidato óptimo para el próximo taller:
https://abcguionistas.net/tpcs-online
31/10/2020 14:46:45
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